Menu Principal:
Examinaremos ahora el origen doctrinario y tradicional del Martinismo. Este es un asunto delicado y se basa en su mayoría en transmisiones orales, aunque haya evidencias verificables.
Sabemos que Martínez de Pasqually vivió algún tiempo en Isla Timor, en el Archipiélago Malayo, y es posible que también haya viajado a China. Sin embargo, no parece haber ninguna influencia de Oriente en su doctrina. Las influencias más probables pueden haber sido judaicas, griegas y fuentes alejandrinas, además de un fuerte cristianismo gnóstico oculto. Hay numerosos trabajos disponibles sobre el movimiento gnóstico y los recomendamos a los hermanos para familiarizarnos con la doctrina gnóstica y para formarnos una idea de la posible semejanza con la doctrina de Martínez de Pasqually. Los Cátaros, que sucedieron a los Gnósticos y fueron cruelmente perseguidos, son también fuente valiosa de investigación.
Es interesante notar que Martínez usaba después de su firma ciertos signos cuyo símbolo semejante al número cuatro era predominante. Es significativo que esos signos o tipos de letra se encuentran también entre los símbolos de la Sociedad "AGLA", que se originó como un tipo de Asociación de Impresores que congregaba filósofos, hermetistas y cabalistas que estaban relacio-nados con la publicación de trabajos ocultos y tratados. Se afirma que el Rey Francisco I de Francia había pertenecido a esta Sociedad. Los miembros se adhirieron a una interpretación liberal del Cristianismo con una fuerte reminiscencia Cátara, usando como insignia personal la figura básica del 4, complementada por símbolos indicativos de sus intereses y tendencias personales.
Al comienzo del siglo XVI, Henry Cornelius Agrippa fundó una Sociedad Secreta conocida como "Comunidad de los Magos", y crea en Alemania, alrededor de 1570, una fraternidad secreta llamada "Los Hermanos de la Rosacruz de Oro".
Por esa misma época, en 1598, Simón Studion organiza en Nuremberg, Alemania, una sociedad conocida como "Milicia Crucífera Evangélica". Alrededor de 1605, esta Milicia adopta como símbolo la rosa y la cruz. Un siglo después, la Milicia Crucífera Evangélica surge como la Fraternidad de la Rosa Cruz.
En 1614-1615, la publicación de dos panfletos llamados, en resumen, "Fama Fraternitatis" y "Confesio Fraternitatis Rosae Crucis" (Ratisbonn 1814), revela públicamente la existencia de la sociedad secreta.
En 1616, Michael Maier - Médico personal del Emperador Rudolph II, protector de los hermetistas - viaja a Londres encontrándose con Robert Fludd y formando adeptos ingleses según el modelo de la Rosa+Cruz. En Francia acontecen las primeras manifestaciones de las actividades de la Rosa Cruz en 1623.
Casualmente, debido primeramente a problemas de tiempo, dos tendencias diferentes se manifiestan dentro de las filas de la Rosa+Cruz y llevan a una división del movimiento. Los miembros atraídos por el misticismo, cábala, teosofía cristiana, gnosis antigua y, más genéricamente, las actividades de la vida interior, se agrupan en "Aureae Crucis" (Hermanos de la Cruz Dorada), y de ellos saldrá el iniciador de Jakob Böheme y sus seguidores. Los miembros atraídos por las pesquisas prácticas e investigaciones de los fenómenos naturales se unirán en torno de la "Rosae Crucis" (Francis Bacon, Thomas Vaughan) y de ellos nació el "Colegio Invisible" (más tarde conocido como Sociedad Real), recibiendo muestras de reconocimiento del Rey Carlos II.
A finales de 1645, Elías Ashmole, Robert Moray, Thomas Warton, George Warton, William Oughtred, Hohn Hewitt, John Pearson, William Relly y otros, formaron una sociedad cuyo objeto es el estudio de la naturaleza, sin embargo transmitía enseñanzas secretas. De manera que para mejor esconder su existencia y su función en el plano místico y oculto, deciden integrarse en un medio que los encubriría.
En esta época, todos los ciudadanos londinenses que poseían habilidades tenían que afiliarse a una asociación. Elías Ashmole entra en la Fraternidad de los Masones operativos que, desde la Edad Media, se mantenían bajo la protección de San Juan. Solicita que la Sociedad de la Rosa Cruz sea autorizada a reunirse en la sede de la asociación, Sala de los Masones, Mason's Alley, Basing-Hall Street, en Londres.
En 1717 la Orden Rosacruz toma parte en la Fraternidad de los Masones. En 1758, son introducidos los grados operativos de la Fraternidad no modificados y un tercer grado llamado Maestro. Su ritual está basado en el rito de la muerte y resurrección de inspiración Rosacruz.
De esta forma puede ser trazado el desarrollo de una tradición secreta y esotérica dentro del movimiento masónico. Martínez de Pasqually, como sabemos, trabajó internamente en este movimiento, y hay dudas sobre que haya traído consigoa la Orden Masónica, una cierta de influencia de la Sociedad Rosa+Cruz de la que fue miembro, siendo muy poco conocida históricamente.
Vemos que Louis-Claude de Saint-Martin heredó de Martínez de Pasqually, en la Orden de los Élus-Cohen, los principios derivados de la misteriosa Sociedad Rosa+Cruz que funcionaba dentro de la estructura masónica. Pero Saint-Martin recibe también la influencia de la Orden de los Filósofos Desconocidos.
La Orden de los Filósofos Desconocidos data de alrededor de 1743. Fue una fraternidad mística de naturaleza secreta compuesta de adeptos de la escuela rosicruciana que era principalmente evangélica y protestante en su carácter. Heinrich Khunrath, Alexander Sethon o el "Cosmopolita", su discípulo Sendivogius (el Alquimista Polaco) y Jakob Böhme, están entre los que la tradición nos muestra como los predecesores de Rudolph Salzmann en la Orden de los Filósofos Desconocidos, cuyos estatutos fueron publicados en 1784 bajo la reseña "L'Etoile Flamboyante" (La Estrella Resplandeciente) por el Barón de Tschoudy.
Se dice que la "Orden de los Filósofos Desconocidos" es descendiente de "Les Fréres d'Orient" (Los Hermanos de Oriente), una Orden iniciática creada en 1090 en Constantinopla bajo el patrocinio del Emperador Alexis Comnenus.
Dejamos aquí los antecedentes históricos del Martinismo. Hemos facilitado una visión comprensible y los hermanos que se sientan particularmente atraídos por este lado de nuestra tradición, encontrarán más detalles en otras obras existentes. Recordamos que hay ciertos aspectos del Martinismo que no serán encontrados en estos libros y también aconsejamos que se use un cierto discernimiento sobre estas publicaciones para evitar tendencias personales de algunos autores.