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El estudio de la Obra de Saint-Martin es esencial para poder comprender con plenitud la naturaleza de la Iniciación Martinista. Si a través de la Ceremonia de Iniciación obtenemos la transmisión y las claves para hacer efectivo el potencial recibido, es a través del estudio de la Obra del Filósofo Desconocido como podemos desarrollar estas claves y profundizar en su comprensión. Él dejó esta Obra escrita para que no perdiéramos nunca de vista las referencias adecuadas. Partiendo de un reconocimiento sincero y verdadero de nuestra situación de partida, la del hombre caído y degradado (Hombre del Torrente), a través de la iniciación ponemos en movimiento el motor del verdadero Deseo que nos acerca a nuestro Creador, purificando nuestro ser y comunicándonos con la Fuente de la cual emanó su existencia a través de la Oración. La Oración, entendida según Saint-Martin, es la Piedra Filosofal capaz de transmutar nuestro ser y abrir nuestro corazón a la Gloria del Padre. Esta es la verdadera teúrgia intra-cardiaca que propone la vía martinista: "Desgraciado aquél que no funda su edificio espiritual sobre la base sólida de su corazón en perpetua purificación e inmolación por el fuego sagrado" (Retrato, 427). Sólo aquellos que a través de esta vía sean "ordenados" en Espíritu podrán ejercer el verdadero Ministerio del "Hombre Espíritu" u Hombre Regenerado (Hombre Nuevo), como fieles herramientas del Altísimo que ama a su criatura: "Feliz el hombre que la Divinidad se digna en escoger, para hacer un templo en el que se la invoque por su propio nombre y jure en su propio nombre que Ella velará sobre ese templo, y que lo empleará para la ejecución y cumplimiento de todos sus deseos" (La Plegaria). He aquí la vivificante "ordenación" de la que nos habla el Filósofo Desconocido en el Hombre Nuevo, la que se realiza por este descenso divino en el corazón, que formalmente y sobrenaturalmente, instituye al ser de Deseo "en espíritu y en verdad, sacerdote del Señor".
Para profundizar adecuadamente en la vía que nos ocupa y conseguir los fines deseados, debemos poner énfasis en que, para la formación de nuestros Hermanos y Hermanas a través de los distintos grados de la Orden Martinista, se deben estudiar las Obras Claves de nuestro "Filósofo Desconocido". Este trabajo de estudio y reflexión, acompañado de los Rituales y Prácticas Operativas que la Orden utiliza, del trabajo asiduo en la privacidad e intimidad del Oratorio, y de la formación complementaria que se ofrece para estimular el despertar interior, conducirá a todo Martinista, operando por la Vía Cardiaca, a "penetrar en el corazón de Dios y hacer penetrar el corazón de Dios en nosotros para así hacer un matrimonio indisoluble, transformándonos en amigo, hermano y esposa del Divino Reparador", irradiando su luz en nuestro entorno. Esta luz se extiende desde lo alto a través de nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones, cuando hemos conseguido purificar la raíz de nuestro ser eliminando toda influencia maligna y nefasta: "Es que si llega a regenerarse en su pensamiento, lo hace pronto también en su palabra, que es como la carne y la sangre del pensamiento y, cuando se ha regenerado en esta palabra, lo hace pronto también en la obra, que es la carne y la sangre de la palabra" (El Hombre Nuevo).
¡Ante las Luminarias!
Sâr Amorifer